lunes, 4 de junio de 2012

Puntos de vista matizados




Alguna vez…

…¿trataste de imponer tu opinión sobre la de los demás?
…¿se te pasó por la cabeza la mítica frase: “qué tonterías piensa la gente”?
…¿te negaste a escuchar lo que creían los demás?

En caso de que tus respuestas sean afirmativas, no te preocupes, estás entre la media. Esto es debido a que gran parte de la sociedad vemos el mundo desde una perspectiva subjetiva. Dicho de otra forma: miro a los demás a través de mis ojos. Cuando miramos algo, la información que nos llega al cerebro es procesada a través de los filtros de nuestras creencias. Es realmente complicado ser totalmente imparcial cuando analizamos la opinión ajena. Podremos ser asertivos, respetar a los demás, tolerar o incluso acoger la diversidad de opiniones… a pesar de todo ello, siempre veremos la vida a través de nuestros ojos, es inevitable.
Y es que… 
¿a caso es negativo tener un punto de vista sobre la realidad que nos rodea?
En absoluto. 

Sin embargo, siempre se nos olvida una cláusula que nos permitirá llegar a ser más objetivos:
“Todos los puntos de vista son correctos aunque parciales”

Puedo creer que esto es blanco, que es negro, que es gris, que es gris cemento, que es gris piedra… ¡y quién sabe cuántos colores más! Es imposible describir con una total precisión un color, un paisaje, una emoción, una vivencia… todo rebosa de matices. Es por ello por lo que hemos de considerar que alguien con quien no compartimos opinión no es que está siempre equivocado, sino que no ha percibido el total de la realidad
Nadie percibe el total. Siempre existen los matices. 




[“Todos los puntos de vista son correctos aunque parciales”, frase cedida por Jorge Bucay en El camino de Shrimti]

viernes, 1 de junio de 2012

EL MIEDO A LOS MOMENTOS DE PELÍCULA



“Esta tarde, en una de esas conversaciones de amigas, he revivido un momento que marcó el final de una etapa en mi vida.”


¿Quién no ha dicho esto alguna vez?


Como ya sabemos, todo en este largo camino es cuestión de fases, etapas, llamémoslo capítulos… qué más da. El caso es que recordar lo que nos ocurrió “aquella vez” siempre trae consigo esas imágenes nostálgicas o amargas, según como se mire. A todos estos recuerdos convertidos en imágenes y sonidos lejanos se les añade algo:

Nuestra perspectiva actual sobre el pasado.

Seguramente si antes compartimos momentos con una persona con la que ahora no nos llevamos bien, nuestros recuerdos se manchen un poco de resentimiento. De igual modo ahora, pasados los años, podemos ser menos rencorosos en nuestros recuerdos con aquella que tan mal nos caía…

Y continuando con la perspectiva, ¿no nos vendrá a la mente el arrepentimiento de lo que no hicimos? A menudo la gente dice aquello de: 
“si pudiera volver atrás…”

Pero NO PUEDES. Nunca podrás.

Las películas, como bien sabemos, eligen lo mejor de cada situación y la hacen única.


“Es demasiado bonito para ser verdad”, dicen algunos.  Y con esta creencia popular: siempre nos quedaremos imaginando momentos de película que nunca fuimos capaces de realizar, momentos en los que no dijimos aquellas míticas palabras que nos llevarían a vivir un sueño, momentos que nos dejarían sin aliento…

Ahora mismo, tú estás recordando un momento en el que te cortaste y no fuiste capaz de hacerlo. No te preocupes, hay una solución: RECONDUCE LA RABIA.

No ocupes tu tiempo lamentándote por lo que no hiciste, ya cerraste ese camino con tu inercia.

Vamos, abre un nuevo camino. 
Sólo tienes que elegir el momento, hacerlo tuyo en ese instante y crear un momento de película que marque tu camino.